Los productos del mar en la costa valenciana y la materia prima finamente extraída de la huerta, conforman una asociación maravillosa que encausa en una gran variedad de platos tradicionales y preparaciones culinarias realmente exquisitas. La frescura de los productos locales como el pescado de La Albufera o las carnes del interior, nos abren la puerta a un mundo de sabores y texturas difíciles de superar. Estos son los exponentes más tradicionales y representativos de la cultura valenciana.
Paella valenciana
Hablar de la gastronomía de Valencia sin mencionar su fina e irresistible paella es prácticamente un pecado. Este plato, considerado el más internacional de la región, ha triunfado a lo largo del tiempo por sus raíces tan arraigadas a la cultura valenciana. Evidentemente, el arroz es el producto estrella en este caso, una joya local a la que se unen además otras delicias como conejo, pollo, azafrán, tomate natural, pimentón dulce molido, garrofón, judías verdes y blancas, agua, sal y el insustituible aceite de oliva. Cabe destacar que, aunque la paella es todo un símbolo español ante el mundo, su origen se centra en los límites de Valencia. Para prepararla, basta con sofreír la carne, adicionarle las judías, el garrofón, el tomate y el pimentón. Para finalizar, incorporamos el arroz con el azafrán, y eso es todo. Una típica paella valenciana lista para desquiciar el paladar.
Arroz negro
Junto a la paella, el arroz con nabos y alubias o el arroz al horno, el arroz negro es otro de los estandartes más representativos de la cultura arrocera valenciana. Conocido localmente como arròs negre, este plato oriundo de Castellón es una preparación típica de toda la región, y se trata en esencia de un arroz no caldoso, o sea seco, compuesto por gambas troceadas o chipirones, cebolla, ajo, sepia y por supuesto, arroz. Durante su preparación, se sofríen los chipirones con cebolla y ajo, luego se le añade el tomate y finalmente el arroz. Para concederle su color tan característico se emplea tinta de calamar, y en algunas ocasiones se acostumbra a degustarlo con ajoaceite o alioli. Generalmente, se sirve en el mismo recipiente donde se coció, y para disfrutar de su intenso sabor, nada como consumirlo recién elaborado.
Arroz al horno
En valenciano se pronuncia como arròs al forn, y puede resumirse como un plato de arroz seco, evidentemente cocinado al horno, y preparado con carne de cerdo, patatas, tomate, garbanzos y ajos. No obstante, el arroz al horno es mucho más que lo anterior. Nacido en los límites de la localidad de Játiva (donde recibe el nombre de cassola), este plato tan exquisito puede degustarse actualmente en los incontables restaurantes de la zona marítima de Valencia, y en las regiones de Cheste, Agres, Chella, Muro y Játiva (aquí existe un concurso internacional dedicado enteramente a su elaboración). En sus orígenes, el arroz al horno se preparaba con la intención de aprovechar los restos del cocido, ya que utiliza chorizo, morcilla, panceta, morro, oreja y costillas de cerdo. Como curiosidad, cabe mencionar que en algunas zonas se le conoce como arroz paseado (arròs passejat), ya que para prepararlo era necesario transportar la cazuela hasta el horno de pan más cercano.
Horchata
Si los arroces son todo un símbolo de Valencia, la horchata es el postre que más competencia puede hacerle. Su consumo es una parte indisoluble del verano valenciano, y como podemos ver por la composición de sus ingredientes (agua, azúcar y chufas molidas), se trata de una preparación tan sencilla como irresistible. Etimológicamente, esta bebida posee un origen muy curioso, pues el rey Jaime I la probó de manos de una aldeana que aseguraba se trataba de leche de chufa, a lo que el rey respondió: “¡Esto no es leche, esto es oro, chata!” (en valenciano se establece un juego de palabras entre or y chata). Pero más allá de datos históricos curiosos, lo cierto es que la horchata es una experiencia obligada de todo el que visite Valencia. En prácticamente todos los establecimientos gastronómicos de la zona se ofrece este manjar de los dioses, muchas veces reforzado con el sabor del limón y la canela.
Fartons
Dentro de la repostería valenciana, el fartón o fartó es uno de los dulces que más llama la atención por su fácil preparación y su rico sabor. Se trata de un dulce de bollería finamente estirado al que se le añade un espolvoreado de azúcar glas. Su consistencia esponjosa y agradable al paladar hace que se vuelva un compañero inseparable de la horchata, otra de las joyas culinarias de la región de Valencia. Además, su preparación involucra el uso de aceite de girasol, por lo que puede acompañarse con una taza de café con leche o chocolate para potenciar su magnífica sensación en nuestro paladar. Básicamente, el fartón se elabora con harina, leche, aceite, azúcar y huevos, aunque existe una versión hojaldrada que incluye grasa animal, y por lo tanto, presenta una textura más consistente.Irresistible.
Arroz a banda
El arroz a banda es un plato típico de la costa valenciana, creado y promovido por sus pescadores. A pesar de su origen humilde, esta preparación es todo un convide al deleite del paladar, ya que emplea caldo de pescado y gambas. Contrario a lo que pueda pensarse, el arroz y el pescado no se cuecen juntos, razón por la que se denomina a banda (separado). Este hecho también explica que se trate de dos platos en uno, pues del fondo de pescado, conocido como morralla (caldo barato con muchas espinas), se cocina el arroz sin el pescado, para luego preparar un guiso con el caldo, acompañado de patata, alioli y los restos de pescado. Aun así, el arroz a banda guarda un poder seductor impresionante a través de su sabor y su textura, por lo que no es difícil encontrarlo en los restaurantes y pescaderías de toda la Comunidad Valenciana.
Esgarraet
Junto con las tellinas o las clóchinas, el esgarraet es el entrante típico de la Comunidad Valenciana. Como ingredientes, comprende tiras de pimiento rojo asado, ajo, aceite de oliva y bacalao en salazón desmenuzado. En algunas regiones, suele incluirse además en la preparación: berenjenas, láminas de mojama o aceitunas negras. Eso sí, lo que nunca puede faltar es una buena ración de pan, el cual resulta toda una delicia para consumir el aceite que queda como remanente en el fondo del plato. Etimológicamente, el esgarraet apunta al hecho de desgarrar el bacalao y el pimiento en pequeñas porciones. En los bares de tapas de la ciudad de Valencia, este plato es muy popular, ya que el sabor salado del bacalao, a juego con el aceite de oliva y el sabor dulce del pimentón, lo convierten en una preparación exquisita para degustar con un trozo de pan.
Carajillo
Una combinación magistral de café, ron, canela y limón, así podríamos resumir el intenso sabor del carajillo, una bebida muy popular en Castellón y el norte de Valencia. Evidentemente, se trata de una elaboración que comprende numerosas variantes, ya que en ocasiones suele emplearse brandy, whisky, anís o coñac, por no mencionar el hecho de que la esencia del café escogida puede ser también muy variada. ¿Cómo se elabora? Muy sencillo, el alcohol se precalienta ligeramente y se mezcla con el limón, la canela en rama y los granos de café. Se quema la preparación con un mechero o soplete (la duración de este paso influirá en el sabor), y eso es todo. Para una experiencia completa, se recomienda tomarlo a sorbos, ya que de este modo es cuando más se aprecia la mezcla tan singular de sus ingredientes.