Muchos consideran a la cocina murciana como una simbiosis de las culturas manchega, granadina y valenciana. No obstante, la región de Murcia es mucho más que eso. Ciertamente, la herencia marinera del levante español, mucho ha influido en los platos típicos de esta región, siendo el arroz el compañero fiel de no pocas preparaciones. Aun así, en Murcia asistimos a una riqueza sin igual de cultura gastronómica, también influenciada por su pasado musulmán y romano. Rica en verduras, privilegiada en carnes de granja y caza, te mostramos a continuación algunos platos típicos de gran reconocimiento internacional.
Pastel de carne murciano
Se trata de un plato que vio la luz en el medioevo, y asombrosamente, hoy llega hasta nuestros días de manera intacta (se conoce la existencia de leyes que castigaban severamente a los artesanos que violaran las medidas establecidas para su preparación). Además, en el año 2009, el pastel de carne murciano fue reconocido con un día del año, donde se realizan jornadas murcianas que promueven su conocimiento y degustación. ¿En qué consiste este plato? Básicamente, se realiza una masa con harina, sal, limón, huevo y manteca, para luego incorporarle un relleno compuesto de jamón, panceta, chorizo, ternera, pimientos, tomates, huevo y aceite de oliva (algunas variantes incluyen también sesos de cordero). El resultado, es una verdadera fiesta para los sentidos, un plato digno de probar en cualquier época del año.
Michirones
El olor de los michirones en plena cocción anuncia la llegada de la primavera al territorio murciano. En efecto, y aunque también suele ser muy consumido en el invierno (junto a una copa de vina) para aliviar las bajas temperaturas, los michirones inundan los restaurantes y tabernas de Murcia durante las fiestas de Primavera. Este plato típico se compone de habas secas (remojadas previamente durante 48 horas), huesos de jamón, chorizo, cayena, tocino magro, panceta, pimienta molida, hojas de laurel, pimentón dulce, sal y ajo. Para prepararlo se cocen los ingredientes a fuego medio durante una hora, y posteriormente, se sirven con patatas y una porción de alioli. En pocas palabras, fascinante. Como curiosidad, cabe destacar que los michirones poseen un origen humilde, pues los pobladores utilizaban ingredientes de larga conservación durante las épocas de escasez.
Zarangollo
El zarangollo es el ejemplo más representativo de la calidad de la huerta murciana. Se elabora a base de calabacines, cebollas y huevos revueltos (algunos autores no incluyen este ingrediente), aunque en ocasiones suele potenciarse su sabor con pimienta, orégano y otras hierbas aromáticas. En prácticamente todos los bares y mesones de la región de Murcia, el visitante bien puede adentrarse para deleitarse con un plato de zarangollo recién elaborado, pues se trata de una de las tradiciones culinarias más arraigadas de esta ciudad. Tampoco es extraño identificar otros alimentos en su preparación como berenjenas o patatas (es muy común sustituir los calabacines por este ingrediente), pero a fin de cuentas, se trata en cualquier caso de un aperitivo más que generoso para mimar nuestro gusto y disfrutar de una opción saludable.
Paparajote
Los paparajotes son un legado de la presencia árabe en la región murciana. En aquella época, las casas labriegas se doblegaban ante el encanto de esta obra culinaria, donde además era costumbre elaborarla a diario para degustarla tras las comidas. Se conoce además que los paparajotes se acompañaban con café de la olla (una preparación que consistía en aromatizar esta bebida con canela en rama y cortezas de limón), una costumbre que aún hoy se practica en algunas zonas de la región. Para preparar este postre tan original y sabroso, basta con preparar una masa de harina y huevo, freírla, espolvorearla con canela y azúcar en polvo, y finalmente, envolverla con hojas de limonero. En las Fiestas de Primavera en Murcia, los paparajotes son todo un símbolo de tradición, donde se sirven con ramitas de canela y una copa de vino dulce o mistela.
Ensalada murciana
Este plato típico de la región de Murcia, también recibe otros nombres como moje o mojete. Las variantes más tradicionales incluyen tomate natural troceado, mientras que otras preparaciones se componen de tomate pelado “de bote”. Algunos conocedores afirman que la ensalada murciana es una suma sublime de productos de la granja, el mar y la huerta. En efecto, su composición de huevos, cebollas, aceite de oliva virgen, olivas negras y atunes así lo confirman, y como tal, se trata de uno de los platos estrella del verano murciano. En ocasiones, podremos encontrar que el atún se sustituye por bacalao o capellán troceado. Para preparar este manjar exquisito, se mezclan todos los ingredientes en un recipiente o bol, tras lo cual se deja reposar por varias horas (con el objetivo de que se integren los sabores) y listo, a degustar.
Pisto murciano
El pisto murciano es otra de las recetas que ensalza las bondades de la huerta murciana. Su origen se le atribuye a la etapa de dominación musulmana en la Península, y como rasgo distintivo, destaca la sencillez de su preparación. El pisto murciano es considerado un entrante por excelencia para las celebraciones y banquetes locales, siendo muy habitual en los bares y restaurantes de la región. En cuanto a su preparación, se emplea tomates, pimientos verdes, huevos, cebolla, aceite de oliva, berenjenas y sal. Es costumbre servirlo frío, en una cazuela de barro que se hace acompañar por otros entremeses y bebidas, en especial la cerveza y el vino tinto. Su carácter refrescante lo hace un plato ideal para el verano, y en la mayoría de las ocasiones, se suele degustar con un trozo de pan. La riqueza nutritiva de este plato está fuera de dudas, todo un alarde de las potencialidades de la huerta de Murcia.
Gachasmigas
Aunque se ha popularizado a lo largo de todo el sureste español, las gachasmigas son oriundas de la Región de Murcia, sobre todo en la comarca del Noroeste, y en las ciudades de Jumilla y Yecla en la comarca del Altiplano. Como su nombre lo indica, se trata de una gacha elaborada a partir de una masa de harina, agua, aceite de oliva y sal. La harina se deshace en el aceite junto con el agua, y en algunas preparaciones, suele incluirse además una ración de patatas laminadas. Una vez que se ha obtenido una masa uniforme, solo queda incorporarle ajo, chorizo, pimientos fritos, boquerones o panceta de cerdo, para disfrutar de un sabor verdaderamente único y delicioso. Algunas variantes de este plato también comprenden la incorporación de uvas o chocolate.
Arroz viudo
El arroz viudo suele denominarse a una serie de platos característicos de la cocina murciana, donde evidentemente, el arroz es el ingrediente protagonista, llevando un curioso apellido que indica la ausencia de elementos cárnicos. El origen de este plato se ubica en la región de Murcia, aunque en algunas zonas de Valencia también se le conoce como paella de verduras o arroz viudo a la valenciana. Dadas sus características, no es difícil deducir que este plato típico fue adoptado por la clase baja de la región, donde la escasez de alimentos no fue un impedimento para dar con una preparación sencilla, y que no por simple, deja de ser un deleite para el paladar de quien lo prueba. Esencialmente, el arroz viudo incorpora varios tipos de verduras, como tomates, acelgas o pimientos. En la actualidad, suele ser un plato muy frecuente durante la Cuaresma.