Platos típicos de Barcelona

Platos típicos de Barcelona: Pan con tomate

Entre las muchas cosas por las que Barcelona es una de las ciudades más famosas y destacables del mundo están su culinaria y gastronomía. Mezcla perfecta de mar y montaña, los platos típicos de la urbe se realzan sobre por la calidad de los ingredientes con los que fueron hechos, y por ser fruto de tradiciones y buenas prácticas.

Pan con tomate

Para hablar de los platos típicos de Barcelona es casi obligatorio empezar por el más tradicional y sencillo: el pan con tomate o, como se denomina en catalán, pan amb tomaquet.

Suena a común, pero ciertamente se constituye en una de las tapas predilectas de los catalanes y todos aquellos que visitan Barcelona u otras ciudades de la región. Además, para nada es un simple pan tostado.

Para preparar el plato es necesario cortar el tomate por la mitad, y no en trozos, para luego frotarlo en la rebanada de pan y añadir aceite y sal.

El pan con tomate catalán no se hace a partir de cualquier pan. Los más usados en Barcelona son el pan de coca y la baguette francesa. Asimismo, este plato típico suele acompañarse en la Ciudad Condal de un poco de fuet, que es el salchichón catalán más popular.

Si ya ansías comer este plato no te preocupes, porque lo hallarás por doquier en cualquier establecimiento gastronómico.

Coca

Típica también en otras provincias y ciudades de Cataluña, la coca se come en Barcelona a cualquier hora, como un plato clásico de comida callejera o rápida.

En esencia, es como un tipo de torta o pastel hecho a base de una masa de harina, rellenada con los ingredientes que el comensal prefiera y que pueden ser tan variados como jamón ibérico, queso, verduras, hortalizas y más.

Una de las variantes más preferidas en el día a día de la ciudad es la que combina el pan de coca con escalivada, otro de los platos típicos del que hablaremos a continuación.

Platos típicos de Barcelona: Escalivada

Escalivada

Al igual que los anteriores, la escalivada podemos encontrarla en cualquier bar, fonda o restaurante de Barcelona.

Es uno de los platos típicos que con más frecuencia se consume, siempre como tapa o aperitivo.

Está preparado con pimientos, cebolla, berenjena, tomates cocinados y anchoas, que se esparcen por encima.

Es oportuno destacar que este producto tiene un sabor muy fuerte, razón por la que no agrada a muchos visitantes y hasta a algunos de los propios catalanes, aunque es uno de los platos que obligatoriamente debemos probar para decir que hemos degustado lo más representativo de la gastronomía de Barcelona.

Calçots con salsa romesco

Los calçots con salsa romesco son otro de los platos más tradicionales de Cataluña, y que se consumen mayormente en la temporada invernal debido a que entre enero y abril es cuando más se dan los calçots, una especie de cebolleta alargada.

La preparación del plato no es tan difícil como si puede parecernos su degustación.

Las cebollas se cocinan a la parrilla y son llevadas a la mesa envueltas en papel periódico para mantener la temperatura, junto con un recipiente en el que hay una deliciosa salsa romesco, hecha a partir de la combinación de tomate, ajo, pimiento, almendra, aceite de oliva virgen extra y pan.

Así, para degustar el plato el comensal debe quitar la capa externa de la cebolla, quemada durante la cocción, y sumergir la pequeña cebolleta blanca completamente en la salsa.

Amén del procedimiento, degustar unos calçots con salsa romesco puede ser una experiencia muy divertida, sobre todo si se hace entre amigos y familiares.

Bikinis

Los bikinis en Barcelona no son más que simples sándwiches hechos con jamón y queso, pero que debido a su amplia demanda han devenido en plato típico de la urbe.

El visitante puede degustar uno en cualquier sitio en que se expenda comida rápida, y complementarlo con patatas fritas o salsa guacamole, que como sabrás deriva del aguacate.

Si bien ni implica tradiciones ni dinámicas especiales como los anteriores, los bikinis merecen ser mencionados y degustados si realmente se le quiere tomar el pulso a Barcelona desde la gastronomía y el comer lo mismo que sus habitantes.

Arroz negro

Muy famoso en toda la Costa Brava y también en Barcelona, este plato consiste en un arroz preparado con sepia, mariscos, ajo, cebolla y tomates, aunque algún que otro ingrediente puede variar, según la receta y preferencia del chef.

El color del preparado proviene de la tinta natural del calamar, uno de los mariscos infaltables en la preparación, componente que es añadido al caldo de cocción. Esta a su vez suele hacerse en paella o en una cazuela de barro, para que todo contribuya al sabor diferenciado del arroz negro, ya que su única diferencia con el arroz a banda no está en el aspecto.

Muy importante es destacar que este plato típico de Barcelona, aunque no exclusivo porque se prepara desde hace varios años en diversas zonas del Mediterráneo, se come preferentemente acabado de cocinar, y con mucha frecuencia en el mismo recipiente en que se hizo.

Butifarra con mongetes

La butifarra con alubias, o mongetes es catalán, es uno de los platos típicos más representativos de la cultura de Cataluña.

Se popularizó como comida casera y de fonda en el siglo XIX y prevalece hasta nuestros días, como uno de los platos imperdibles para todo buen catalán y cualquier visitante que quiera presumir de haber degustado realmente lo típico de Barcelona y otras ciudades de la región.

En esencia, la preparación se reduce a cocer las butifarras y acompañarlas con frijoles blancos u otros, pero como técnica secreta tenemos que la grasa desprendida por la butifarra durante su cocción es empleada para saltear a fuego fuerte las alubias, cocidas previamente.

Crema catalana

Tras todos estos preparados hay que dejar sitio para los postres típicos de Barcelona, que en definitiva también constituyen platos identitarios de la gastronomía de la región.

Así, uno de los más representativos de la ciudad y otras de Cataluña es la crema catalana, consistente en una crema pastelera con base en yema de huevo, cubierta por una capa de azúcar caramelizado.

Esta combinación produce un contraste crujiente en el postre, de mucho agrado para la degustación, a la vez que impone romper la capa con una cuchara para respetar la tradición y hacer del comer la crema catalana una divertida experiencia.

Cómo hacer crema catalana

¿Quieres aprender cómo hacer una crema catalana? En este artículo te vamos a mostrar una receta sencilla para que aprendas a hacerla. Para ello pasamos a exponer los ingredientes y los pasos que debes dar para realizarla correctamente.

Ingredientes

  • 8 huevos
  • Un litro de leche
  • 200 gramos de azúcar
  • 40 gramos de maicena
  • Una rama de canela
  • La piel de un limón
  • Una vaina de vainilla

Preparación de la crema catalana

Para comenzar separamos las claras de las yemas.

Una vez separadas, cogemos el azúcar y las yemas y lo mezclamos todo muy bien para que ambos ingredientes queden lo más mezclados posible.

Por otra parte, cogemos un cazo y en su interior ponemos las cáscara del limón y el litro de leche junto a la canela y la vainilla. Una vez puestos todos los ingredientes, ponemos el cazo a calentar.

Mientras se calienta el cazo, en un vaso mezclamos la maicena y un poco de leche. Cuando hayamos mezclado todo correctamente, incluimos la mezcla en el cazo con la leche.

Cuando la mezcla comience a calentarse, tendrás que mover bien todos los ingredientes para evitar que se te peguen en el fondo del cazo y la mezcla coja un sabor desagradable a quemado. No pares de mover hasta que consigas el espesor deseado, momento en el cual tendrás que separar el cazo del fuego. Quitamos la rama de canela, limón y la vainilla.

Luego mezcla la leche, con el azúcar y los huevos.

Una vez que hayas movido todo correctamente, sirve en cuentos, si puede cuencos de barro para que coja más sabor. Una vez servido, llévalo a la nevera para que se enfríe.

Cuando está fría, solo tendrás que añadir azúcar y quemarla con un soplete.

Bebidas típicas

En cuanto a las bebidas, debemos decir que estar en Barcelona y no disfrutar de alguna de las joyitas de la importante tradición vinícola de la ciudad, es sencillamente imperdonable.

Estos vinos son por naturaleza los mejores complementos líquidos a los platos típicos barcelonistas, y muchos de ellos gozan de denominación de origen por su calidad indiscutible.

Entre estos últimos tenemos los de Penedés, Alella, Perelada y Priorat, muchos con renombre mundial.

Además, si queremos comer como los catalanes debemos beber vinos espumosos y el cava, empleados por muchos de ellos para acompañar la paella y muchos otros de sus platos preferidos.