Platos típicos de Cáceres

Platos típicos de Cáceres: Zorongollo

El 17 de octubre del pasado año, la provincia de Cáceres fue reconocida como Capital de la Gastronomía española, un mérito más que merecido a esta región que se jacta de sus productos porcinos, de sus postres tan refinados, sus vinos y sus quesos. En efecto, se trata de una zona donde la cultura culinaria es parte del patrimonio de sus habitantes, un orgullo extremeño que entre murallas y monumentos históricos nos ofrece además estos platos invaluables de gran sabor que a continuación te presentamos.

Zorongollo

Aunque el zorongollo murciano es también popular, la variante cacereña ofrece matices muy ricos y dignos de explorar. Se trata, a grandes rasgos, de una ensalada exquisita de tomates y pimientos asados, que además, puede ser degustada como fina tapa, o bien como una ensalada. Los restaurantes y tabernas de esta región, preparan el zorongollo asando los tomates y el pimiento, para luego sumergirlos en su propio jugo y potenciar el sabor con ajo y aceite de oliva. Acompañado con pescados y carnes asadas típicas de la región, el zorongollo es un lujo a disfrutar, especialmente si nos encontramos en pleno verano por tierras extremeñas. Del mismo modo, existen variantes muy diversas de este plato en dependencia de la zona donde nos encontremos, por lo que siempre nos sorprenderá un sabor maravilloso y muy auténtico.

Platos típicos de Cáceres: Torta del Casar

Torta del Casar

Exclusivo de las queserías cacereñas, este queso español, que cuenta con Denominación de Origen Protegida, es uno de los productos que más orgullo genera en los habitantes de la región. Propio de algunas zonas como Casar de Cáceres, Sierra de Fuentes o Llanos de Cáceres, la torta del Casar logra su sabor tan especial gracias al clima privilegiado del lugar donde se produce. Se conoce además que este alimento, presente en numerosas recetas tradicionales, data del siglo XIII, y entre sus características destaca su corteza semidura, su color amarillo ocre y una textura semiblanda con ojos cuyo olor es prácticamente inconfundible. Para saborear este intenso y levemente amargo queso, lo mejor es consumirlo en forma de tapa, acompañado con pan, o bien horneado con carne picada y cebolla frita. Sencillamente irresistible.

Gazpacho extremeño

A diferencia del popular gazpacho andaluz, la versión extremeña, muy popular en el territorio de Cáceres, hace uso del huevo cocido y el pan para otorgarle mayor consistencia a la preparación final (además de que el tomate no se añade hasta el final). Por tal razón, muchas personas hallan similitudes en este plato con el salmorejo cordobés, aunque en materia de sabor, es poco más que extraordinario, en parte gracias al sabor delicioso e inconfundible del Pimentón de la Vera, un producto típico de la región que viene a reforzar el carácter tradicional y autóctono del gazpacho extremeño. Acompañado con cebollas y pimientos, este plato se suele servir en recipientes de barro (almorfía) muy similar al lebrillo. En la actualidad, dada su rápida y sencilla preparación, el gazpacho extremeño es un menú característico de los bares de tapas y restaurantes cacereños.

Frite

El frite de cordero, o más coloquialmente, frite, es un plato tradicional y muy popular en la provincia de Cáceres, generalmente preparado en una cazuela de barro. Se trata de una especie de caldereta, o sea, un guiso concebido a partir de una reducción de agua, aceite, vino, verduras y carnes, y en la que destaca el cordero como ingrediente estrella. Al mismo tiempo, el frite también hace uso de las bondades naturales que brinda la patata y el pimentón, por lo que abstenerse de probarlo a nuestro paso por Extremadura, sería considerado como un crimen. Para prepararlo, se suele freír primeramente la carne en aceite de oliva, tras lo cual se incorpora una mezcla de agua y vino blanco, además de tomillo, orégano y laurel. Finalmente, se corona el plato con un sofrito majado de cebollas, guindilla, ajos troceados y pimiento rojo. En pocas palabras, un verdadero manjar.

Perdiz al modo de Alcántara

Este viene a ser uno de los platos o preparaciones más antiguas de Cáceres. Se conoce que cuando Napoleón invadió Portugal en 1807, también dejó su huella en el monasterio de Alcántara, invadiéndolo y descubriendo la misteriosa receta de este plato que no tardó en popularizarse por toda Francia (donde se conoce actualmente como faisan á la mode d’Alcantra). Al decir de los cocineros que la elaboraron, se trataba de “uno de los mejores trofeos de guerra”. Ahora bien, ¿En qué consiste la Perdiz al modo Alcántar? Pues básicamente se trata de una preparación de caza, en la cual la perdiz o faisán capturada llega a desproveerse de sus plumas, huesos y demás elementos del interior, para luego ser rellenada con puré de hígado de pato (paté de foie gras) y una porción de trufas. El vino también es un ingrediente que puede incluirse como parte de la preparación, aunque de por sí, es un manjar exquisito en toda regla.

Platos típicos de Cáceres: Floretas

Floretas

Durante la etapa de Semana Santa en Cáceres, toma lugar uno de los dulces más exquisitos que alguna vez podremos probar. Su nombre es tan hermoso como su sabor, y en efecto, las flores extremeñas, flores fritas o simplemente floretas, se componen de una masa líquida de huevo y harina, que una vez introducido en un molde con forma de flor, se deja freír hasta obtener una textura crujiente y suave a la vez. En algunas regiones, se suele variar levemente el número de ingredientes, añadiendo además crema de leche, coco rallado o leche condensada. En Castilla La Mancha, existe un postre muy similar, pero en Cáceres, la flor frita es todo un espectáculo de sabores y sensaciones. Si el autor remata la preparación y le espolvorea azúcar glas o miel, la experiencia se vuelve sencillamente fascinante.

Patatera

En ocasiones suele denominársele como morcilla patatera, aunque en realidad, se trata de un embutido que no contiene sangre. Específicamente, la patatera extremeña consta de patatas en puré, grasa y magro de cerdo ibérico, ajo, sal y pimentón de la vera, un producto delicioso proveniente de la matanza de cerdo característica de la región. A primera vista, este plato puede despertar semejanzas con el chorizo, pero su sabor es un espectáculo de sabores sin igual, una virtud de la cocina cacereña que los habitantes consumen generalmente como entrante o tapa, especialmente cuando se prepara en rodajas o se unta en pan. El origen de la patatera está muy asociado a los hombres que trabajaban la tierra, pues su contenido nutricional es exquisito para reponer las fuerzas. Al mismo tiempo, este plato también es un elemento común de algunas fiestas locales, como los carnavales de Malpartida de Cáceres.

Cojondongo

Un nombre peculiar para un plato lleno de sabores peculiares. El cojondongo es una propuesta irremplazable durante los meses veraniegos de Cáceres, una especie de gazpacho que se caracteriza por su sabor tan refrescante. El origen es meramente pastoril, ya que se trataba de un pequeño aperitivo que los segadores y pastores realizaban en el propio terreno (la preparación tenía la intención de refrescar sin llegar a saciar, de modo que pudiera continuarse el trabajo). Para prepararlo, solía majarse una mezcla exclusiva de ajo, pan y aceite, tras lo cual se incorporaba una porción de vinagre, sal y agua. Algunas variantes, incluían además un racimo de aceitunas, aunque más tarde el cojondongo evolucionó para admitir otros elementos como tomates, cebollas y pimientos, siendo esta la receta actual de tan delicioso plato.