
Una de las patologías que genera mayor discapacidad en el mundo es la hipoacusia, que afecta a más de 360 millones de personas. Esto trae como consecuencia una disminución de la calidad de vida de quienes la padecen, ya que suelen tener problemas para integrarse a la sociedad.
Hay diversos factores que causan la sordera, siendo uno de los más relevantes la nutrición, ya que hay distintos nutrientes que son necesarios para el correcto funcionamiento del oído. Entre algunos alimentos que se consideran beneficiosos para el oído, destacan aquellos ricos en folatos, ácidos grasos Omega 3 y zinc.
Muchos de estos contribuyen a retardar el envejecimiento del oído, por lo que se reduce la incidencia de la presbiacusia. Conoce aquellos alimentos que debes incluir en tu dieta para mantener una buena salud auditiva o ayudarte a recuperar la audición.
¿Qué son los alimentos beneficiosos para el oído?
Los expertos consideran que la pérdida auditiva se debe en un 50% a factores genéticos y 50% a causas ambientales. Dentro de estas últimas, un 25% viene dado por infecciones recurrentes, uso de ototóxicos, ruidos fuertes y la nutrición.
En el caso de la presbiacusia (sordera por envejecimiento), se ha encontrado que aumenta cuando hay alteraciones a nivel cardiovascular. Igualmente, la arterioesclerosis en la zona del oído interno también contribuye a aumentar los riesgos de sufrir pérdidas auditivas graves.
Uno de los factores que condiciona esta situación, es un aumento de los niveles de homocisteína (aminoácido sulfurado) en el organismo. Este elemento se produce durante el metabolismo de la metionina y puede ser regulado cuando sus niveles están equilibrados con los folatos en la sangre.
En este sentido, se ha comprobado que cuando la persona recibe suplementos de ácido fólico y vitamina B12, puede retardar la sordera asociada a la edad. Por tanto, aquellos alimentos ricos en folatos, deben ser incluidos de forma regular en la dieta para mejorar la salud auditiva.
Una dieta balanceada es la clave para mantener saludable al sistema auditivo y retardar la aparición de pérdida auditiva por edad.
Otro aspecto que puede incidir en aumentar los riesgos de la sordera, es la inflamación del sistema cardiovascular. Para esto, es importante garantizar altos niveles de ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 en la sangre, los cuales se obtienen de distintos alimentos tanto de origen vegetal como animal, los cuales han sido efectivos en prevenir la aparición de sordera asociada al envejecimiento.
Hay otras vitaminas y minerales que han mostrado ser beneficiosos para el oído, entre los que destaca el zinc. Este elemento tiene efectos positivos para proteger al sistema auditivo de la acción de los ruidos fuertes y la aparición del tinnitus.
Además, el magnesio parece funcionar como una barrera, que evita el efecto negativo que generan los radicales libres que se producen con los ruidos fuertes. Estos terminan afectando a las células ciliadas, encargadas de transmitir el sonido a los nervios auditivos.
El potasio es muy importante para mantener el equilibrio del oído interno, debido a su papel en el control de los niveles de líquidos corporales. Los antioxidantes también son imprescindibles, ya que reducen el estrés oxidativo que afecta a los distintos componentes del sistema auditivo.
Todos estos nutrientes se encuentran presentes en gran diversidad de alimentos, como carnes, frutas, legumbres y verduras. Para mantener tus oídos en buen estado, el primer paso es cuidar tu alimentación, evitar el consumo excesivo de alcohol y realizar actividad física, lo que va a favorecer un mejor funcionamiento de tu organismo.
Listado de alimentos para mejorar la audición

Como has podido apreciar, hay distintos nutrientes que fortalecen tu audición, los cuales están presentes en diversos alimentos, que debes ingerir diariamente:
1. Verduras de hoja verde
Las mismas tienen altos contenidos de folatos, que son muy necesarios para regular los niveles de homocisteína. Además, tiene buenos niveles de zinc, magnesio y vitamina E, que han mostrado ser útiles para reducir la aparición de la sordera asociada a la edad.
Por otra parte, tienen una alta cantidad de antioxidantes, como la vitamina C, que eliminan los radicales libres y capacidad antiinflamatoria. Una de las más recomendadas es la espinaca, con un aporte en 100 gramos de hojas frescas de 140 µgr de folato (se recomiendan 180 a 200 µgr/día), 50 mg de magnesio y 420 mg de potasio.
2. Frutos secos
Son los alimentos vegetales con un mayor aporte de zinc, particularmente los anacardos con unos 7 mg/100 gramos. Por su parte, las almendras contienen 3,3 mg/100 gramos y las nueces aproximadamente 2,7 mg/100 gramos.
Además, los frutos secos son ricos en antioxidantes y la principal fuente de ácidos grasos Omega 3 de origen vegetal. Todos estos componentes contribuyen a retardar el envejecimiento del oído, siendo necesario consumirlos con moderación por su alto aporte calórico (unos 30 gramos diarios)
3. Pescados ricos en Omega 3 y 6
Uno de los aportes más importantes de ácidos grasos en los alimentos viene de productos animales, entre los que destacan algunos pescados, como los azules. Es recomendable incluir en tu dieta diaria atún, bonito, salmón o caballa, que son además fuente de proteína de alta calidad.
Estos ácidos grasos tienen altas propiedades antiinflamatorias, funcionan como neuroprotectores y ayudan a reducir la muerte celular en la zona de la cóclea por su capacidad antioxidante. Asimismo, los pescados azules son fuente importante de vitamina B12, importante para mejorar la condición cardiovascular, y magnesio que retarda el envejecimiento auditivo.
Además de incluir estos pescados en tu dieta, es imprescindible que hagas una revisión periódica del estado de tus oídos, particularmente luego de los 60 años. Si tu médico considera que debes usar audífonos para la sordera, en PreciosDeAudífonos tienes la posibilidad de comparar distintos modelos y encontrar el que mejor se ajusta a tus necesidades y presupuesto.
4. Aguacate
Una de las frutas que no debe faltar en tu dieta si quieres fortalecer la audición, debido a su alto aporte de potasio (400 mg/100 gramos), magnesio, zinc y ácidos grasos Omega 3. Asimismo, el aguacate aporta una buena cantidad de folatos y vitamina C, que funciona como antioxidante.
El consumo de aguacate aporta una gran cantidad de carotenoides, los cuales también tienen propiedades antioxidantes, evitando el estrés oxidativo. Se recomienda consumir aproximadamente 100 gramos (medio aguacate pequeño), diariamente.
5. Cítricos
La vitamina C es uno de los principales antioxidantes que puedes aportar a tu organismo, y los cítricos se encuentran entre los alimentos más ricos en esta. De hecho, dos naranjas aportan el requerimiento diario de una persona, además de aportar vitamina A y folatos.
Por otra parte, los cítricos tienen buenos niveles de vitamina A y un alto nivel de potasio, necesario para la regulación del oído interno. Así, que es recomendable incluirlas como parte de la ración recomendada de frutas y hortalizas que debes consumir cada día.
6. Cereales integrales
Estos cereales mantienen altos niveles de vitaminas y minerales, entre los que destacan los folatos y la vitamina B12, los cuales son beneficiosos para mantener la salud auditiva. Asimismo, aportan potasio, que ayuda al buen funcionamiento del oído interno, y magnesio, que es útil en retardar el envejecimiento auditivo.
Entre los más consumidos están la avena, el arroz, centeno y trigo, los cuales puedes consumir como fuente de carbohidratos en las distintas comidas. Los nutricionistas indican que en una dieta balanceada, se deben incluir 3 raciones diarias de cereales integrales.
7. Uvas
Estas frutas tienen un alto contenido de antocianinas, potentes antioxidantes que reducen la muerte celular por estrés oxidativo. También, tienen un buen contenido de zinc, que contribuye a formar una barrera de protección al oído contra algunos agentes externos, como los ruidos fuertes.
Las uvas contienen distintas vitaminas del complejo B, niveles medios de potasio y la principal fuente de resveratrol. Este complejo fenólico interviene directamente en la protección de los vasos sanguíneos, reduciendo los riesgos de enfermedades cardiovasculares que pueden afectar el oído, además de proteger contra diversas infecciones.